El hecho de que México pierde un 10% de su PIB anualmente por el deterioro ambiental y sólo invierte el 0.6% en conservación resalta la importancia del cuidado del medio ambiente para asegurar el bienestar socioeconómico del país. Los cafetales se sobreponen en altitud con los bosques templados, en particular el bosque mesófilo de montaña (BMM). Varios estudios argumentan que la estructura vegetal compleja de los cafetales y otros sistemas agroforestales puede ser muy parecida a la del BMM y por ello pueden albergar muchas especies y seguir proporcionando servicios ambientales importantes.

  La distribución de los cafetales en bosques de sombra en las partes altas de las cuencas hace que sean muy importantes por los servicios ambientales que suministran. Por ejemplo, la captación y purificación de agua, el control de erosión de suelos y azolve de los ríos, así como la regulación de desastres naturales como deslaves e inundaciones que han afectado grandes extensiones de México en sus tierras bajas. Además el BMM ocupa menos del 1% de la superficie total de México pero contiene entre 10 y 12% de todas las especies de plantas y animales que existen en México, por lo que es uno de los ecosistemas más amenazados.

 

Los servicios ambientales proporcionados por los ecosistemas son las funciones básicas que apoyan toda la vida de la Tierra y aportan beneficios indirectos a los seres humanos. Aparte de los retos asociados con su cuantificación, la valoración de los servicios ambientales es difícil dado el hecho de que no hay mercados para la mayor parte de ellos y se catalogan como propiedad pública, gubernamental o recursos de uso común, es decir, abierto para todos.

La consideración explícita de los servicios ambientales será un componente importante de la visión agroecológica ya que existen cada vez más estudios sobre las importantes ligas entre la biodiversidad y la productividad, resistencia, y resiliencia de los agroecosistemas. También hay mucha información sobre el impacto de la intensificación del manejo de agroecosistemas sobre servicios ambientales críticos como la polinización, el control biológico de plagas y el mantenimiento de la fertilidad de los suelos, todos con ligas directas a la productividad de cultivos.

En el contexto de la cafeticultura, el reto es cuantificar y valorar los servicios ambientales proporcionados por la fincas de café con el fin de generar recomendaciones de manejo que ayuden a bajar los costos de producción y diversificar las fuentes de ingreso para los productores. Una opción para muchos cafeticultores, ante la crisis mundial del café, ha sido el registro de café certificado para alcanzar mercados donde el precio es más alto y más estable. Sin embargo, existen aun muchos retos e incertidumbre en el crecimiento de los mercados de café certificado.  

 

Uno de ellos es la desorganización de los pequeños productores que impide la posibilidad de competir en los mercados de conciencia (calidad, orgánico, justo, etc.) y mucho menos integrarse en una cooperativa con infraestructura industrial y experiencia en la exportación, para cumplir los requisitos del sistema de certificación FLO, predominante en México. Para comprender la regionalización de los sistemas agrarios es necesario reconocer los procesos que impactan el uso de los recursos naturales y la organización social.

Las regiones cafetaleras de Veracruz se definieron hace más de dos décadas y no conocemos cómo la crisis del café ha modificado las actuales zonas de producción. Por lo anterior es pertinente analizar si existen nuevas regiones cafetaleras, o si las regiones ya reconocidas se definen actualmente por nuevas características. Hacen falta estudios interdisciplinarios dentro del marco de la agroecología que puedan ayudar a los productores a identificar y superar los retos asociados con el desarrollo de estrategias de manejo más sustentables.